Benjamín Netanyahu (בִּנְיָמִין נְתָנְיַהוּ)
Primer Ministro de Israel

GPO/Kobi Gideon
Fecha de nacimiento | 21 de octubre 1949, Tel Aviv |
País | Israel |
Religión | Judaísmo |
Ideología | Nacionalismo, Liberalismo, Sionismo, Conservadurismo |
Partido político | Likud |
Trayectoria y vida política
Benjamín Netanyahu, apodado también con el sobrenombre de Bibi, es el primer ministro de Israel desde el año 2022. Nacido en Tel Aviv, Netanyahu cuenta con una trayectoria que bien podría dividirse en dos etapas, una primera a caballo entre Estados Unidos e Israel, formándose académicamente en el primero y sirviendo al segundo militarmente en la guerra de los Seis Días (1967), guerra del Yom Kippur (1973) y otro tipo de misiones, y una segunda en la política israelí. A pesar de su actual cargo como primer ministro de Israel, Netanyahu desarrolló en su juventud una trayectoria académica y laboral alejada de la política, graduándose primero en arquitectura y obteniendo después un máster en la Escuela de Administración y Dirección de Empresas en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en 1977.
Un año antes, sin embargo, Netanyahu perdió a su hermano Yonatan en la llamada operación Entebbe, mientras servía como comandante de una unidad de fuerzas especiales del ejército israelí, en Uganda. Este hecho, que impulsó al actual líder a fundar un instituto contra el terrorismo en honor a su hermano, fue seguido en los siguientes años de unos pasos que le aproximarían cada vez más a la política. Quizá el más importante de ellos fue cuando tras conocer y establecer una gran relación con Moshe Arens, en aquel momento político del Likud y embajador de Israel en Estados Unidos, Netanyahu fue designado como Jefe Adjunto de Misión de la Embajada de Israel en Washington (1982), donde comenzó a deslumbrar en apariciones televisivas gracias a su oratoria y capacidad de comunicación.
Fue en este momento en el que el actual primer ministro comenzó su carrea dentro de la política. Años más tarde, en 1988, se unió al partido del Likud para entrar como miembro de este en el Knéset (parlamento israelí), y con el paso de los años consiguió ganar relevancia dentro del partido desenvolviéndose como viceministro en distintos cargos. Su llegada a la cima sin embargo, llegó primero en 1993 cuando el partido (Likud) celebró elecciones primarias y este salió victorioso, y finalmente en 1996 cuando enfrentándose a Shimon Peres en las elecciones generales del país, Netanyahu se proclamó primer ministro. Desde ese momento, su rol en la política israelí ha venido marcado por tres etapas como primer ministro (1996-1999), (2009-2021) y (2022-actualidad) y otras etapas ejerciendo como ministro o como líder de la oposición.
Ideología e impacto geopolítico
Netanyahu, al igual que muchos otros ideólogos sionistas, bebe del pensamiento de Vladimir Jabotinsky, calificado como el fundador de la corriente sionista revisionista, que, como el actual primer ministro israelí, creía que Gran Bretaña había traicionado a los judíos en 1922 designando un 80% de lo que iba a ser un hogar nacional judío a la “creación” de Transjordania. Esto significa que Netanyahu, además de otros sionistas revisionistas, observan al territorio que comprende hoy Israel como una mera parte de lo que podría o debería ser el Estado judío.
A esto se suma que Netanyahu, al igual que Jabotinsky, piensa que los árabes palestinos nunca podrían aceptar las aspiraciones nacionalistas del movimiento judío, lo que implica que una de las bases para la supervivencia y defensa del Estado de Israel es combatir el movimiento árabe nacionalista y conseguir una paz duradera en la región basada en la disuasión. Esta idea de priorizar el poder militar para asegurar el futuro del Estado, también conocida como pared de hierro (véase la similitud con el sistema de defensa aérea cúpula de hierro), tiene como objetivo hacer de Israel un Estado cada vez más fuerte y con unas capacidad militares cada vez más avanzadas, de manera que los estados árabes de la región, alineados o no con Washington, se vean en la obligación con el paso del tiempo de cooperar y normalizar lazos con Tel Aviv. A aspectos como estos, se suman otros que conforman la ideología del primer ministro israelí, como son la defensa del capitalismo, el libre mercado y la privatización, o la inmigración como una de las principales bazas del país para potenciar el aumento de la población y con este, el de nuevos asentamientos.
Impacto geopolítico
La visión y praxis agresiva de Netanyahu, ya sea a nivel interno como externo, ha tenido un impacto geopolítico que, a pesar de dañar gravemente la reputación del líder y el país a nivel internacional, ha surtido efecto para favorecer sus pretensiones. A nivel interno, su oposición a los acuerdos de Oslo marcó la percepción que el primer ministro tenía de los palestinos, o más bien de la creación de una entidad palestina autónoma dentro de “su” territorio. Netanyahu, que desconfiaba de la Autoridad Palestina, sentía que este hecho pondría en riesgo la seguridad del Israel al proporcionar un caldo de cultivo para el terrorismo dentro de “su” territorio. El paso de los años, llevando a cabo políticas de sometimiento ante los ciudadanos palestinos, pero sin hacer frente a la progresión de Hamas, dio lugar a una segmentación dentro de estos últimos acerca de qué entidad defendía sus intereses. Fue entonces cuando, tras el ascenso de Hamas, Netanyahu emprendió su campaña sobre Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Una campaña con decenas de miles de muertos a sus espaldas que, reflejando las pretensiones reales del primer ministro, ha sentado las bases para la construcción de nuevos asentamientos, el desplazamiento de los palestinos y en última instancia, la eliminación de Hamas.
A nivel exterior, y a pesar de su conflicto abierto con Irán y Yemen, Netanyahu ha conseguido, a través de su política exterior y el apoyo incondicional de Washington, aproximarse a otros países árabes, como demuestran los acuerdos de Abraham de 2020, mediante los que se logró normalizar relaciones con Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos. A esto se suma su implicación en la guerra de Siria y el posterior derrocamiento del líder Bashar al-Assad. Además de representar un enclave primordial para el eje de la resistencia, Siria se había mostrado, desde la creación del Estado de Israel, como uno de los rivales más acérrimos de este. Sin embargo, gracias a su implicación en el cambio de régimen, su posterior destrucción de las capacidades militares y disuasorias de Siria, y el apoyo final a las comunidades drusas del sur en sus enfrentamientos con el gobierno, Israel ha logrado no solo avanzar posiciones dentro de territorio sirio, sino situar al nuevo gobierno en una posición en la que su única salida sea negociar con Israel y normalizar relaciones. Pasos como estos, a los que siguen otros como su agresión y conflicto con Irán, hacen que su zona de contención con este se expanda al mismo tiempo que empuja a otros actores como Arabia Saudí, a meditar una posible normalización de relaciones.
En definitiva, el impacto de Netanyahu a nivel geopolítico ha sido de relevancia. Su sólida alianza con Trump, las aproximaciones a otras potencias regionales o las ofensivas y agresiones llevadas a cabo tanto dentro como fuera de su territorio han dado alas al líder para llevar a cabo sus propósitos. Sin embargo, las políticas de sometimiento, el genocidio llevado a cabo en Gaza, los casos de corrupción o las reformas judiciales llevadas a cabo dentro de Israel han lastrado su imagen tanto a nivel interno como internacional, llegando a ser condenado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y de lesa humanidad.